Haciendo una valoración de mi misma puedo y debo afirmar, que he sido capaz de hacer muchas cosas. Por ejemplo, la he cagado más que nadie. Con los amigos, con la familia, conmigo misma.
He sido capaz de llorar lágrimas dulces y hacer derramar las más amargas. He logrado equivocarme mil veces el mismo día. Me supero a diario.
He conseguido escuchar ocho horas seguidas la misma canción sin volverme loca. Bueno... Disculpen, sin volverme aún más loca.
He hablado conmigo tantas veces que incluso distingo la realidad de la ficción. He tenido la suerte de volver un caos mi cabeza sin remordimientos.
He aprendido a renunciar a mis sueños por hacer posibles los de los demás. Pero, idiota de mi, eso jamás me hizo feliz.
He compartido la vida y la experiencia de morir, hoy he muerto en vida. Me doy de bruces contra la pared, pero no duele, ya no.
Me ilusiono cada día, para de nuevo, volver a la cruda realidad y convertir en amargo un dulce recuerdo.
Hoy no tengo planes ni metas. Hoy sólo respiro.... Hoy estoy en standby.
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