lunes, 20 de agosto de 2012

Carta de una madre a su hija.



Mi querida hija, el día que me veas vieja, te pido... por favor que tengas paciencia, pero sobre todo trata de entenderme. Si cuando hablamos, repito lo mismo mil v
eces, no me interrumpas para decirme “eso ya me lo contaste” solamente escúchame por favor. Y recordar los tiempos en que eras niña y yo te leía la misma historia, noche tras noche hasta que te quedabas dormida. Cuando no me quiera bañar, no me regañes y por favor no trates de avergonzarme, solamente recuerda las veces que yo tuve que perseguirte con miles de excusas para que te bañaras cuando eras niña. Cuando veas mi ignorancia ante la nueva tecnología, dame el tiempo necesario para aprender, y por favor no hagas esos ojos ni esas caras de desesperada. Recuerda mi querida, que yo te enseñé a hacer muchas cosas como comer apropiadamente, vestirte y peinarte por ti misma y como confrontar y lidiar con la vida. El día que notes que me estoy volviendo vieja, por favor, ten paciencia conmigo y sobre todo trata de entenderme. Si ocasionalmente pierdo la memoria o el hilo de la conversación, dame el tiempo necesario para recordar y si no puedo, no te pongas nerviosa, impaciente o arrogante. Solamente ten presente en tu corazón que lo más importante para mí es estar contigo y que me escuches. Y cuando mis cansadas y viejas piernas, no me dejen caminar como antes, dame tu mano, de la misma manera que yo te las ofrecí cuando diste tus primero pasos. Cuando estos días vengan, no te debes sentir triste o incompetente de verme así, sólo te pido que estés conmigo, que trates de entenderme y ayudarme mientras llego al final de mi vida con amor. Y con gran cariño por el regalo de tiempo y vida, que tuvimos la dicha de compartir juntas, te lo agradeceré. Con una enorme sonrisa y con el inmenso amor que siempre te he tenido, sólo quiero decirte que te amo, mi querida hija..

Apostándome la vida.


Cada silencio desgarra mi alma... Mal parece un cuchillo de doble filo atravesando mis entrañas, girándose y moviéndose a su antojo.
La paciencia se antoja caprichosa, dejando a su desdén apocalipsis emocionales. ¿Pero, qué más puedo hacer que no sea esperar?
Largos son los días cuando descubro que tu silueta se aleja de mi. Horas qué pasan a ser segundos cuando compartes conmigo un instante.
¿Qué puedo hacer, en el caso de poder, para demostrar que no existe nada más importante para mi en esté instante qué un simple suspiro tuyo o una sonrisa? Si debo luchar contra mil demonios lo haré. Si mi sino es esperar tras los vidrios empañados por mi aliento, lo haré. Cualquier cosa qué te parezca si con ello consigo verte sonreír.
No cuento los días desde qué te conocí, pues eso sería como poner fecha de caducidad a un producto. Y no lo eres... Eres un pedazo de cielo y un trocito de infierno, eres una gota de agua y un rayo de sol, eres una nube y un charco. Eres todo cuanto complementa mi mundo caótico y desmembrado.
Eres mi paz cuando estoy en guerra y mi lucha cuando estoy en tregua. No hay más pelea que la de dos almas entregadas tanto al dolor como al placer.
La muerte juega sus barajas y yo las mías, tiene mejor jugada, lo sé, lo veo, pero cual partida de poker apuesto mis segundos como si de fichas de plástico se tratasen. No importa, puedo engañarla, mi corazón me lo grita. Debo arriesgarme, demostrarla qué no la temo... Y qué mi única pesadilla es que desaparezcas de mi universo paralelo a la realidad.
Está partida esta ganada, pero sé a ciencia cierta, que no es más que una débil ventaja que me otorga... No importa, la disfruto y aprovecho... Porque todo vale la pena, si la recompensa final es saber qué tu sonrisa nace gracias a mi compañía.
No sé que más pruebas deba pasar, tampoco sé si las superaré, pero estoy preparada a cuantos obstáculos quiera ponerme la vida.
Voy calentando los músculos para no tener un tirón, mentalizandome y visualizando las peores de las situaciones y me dispongo para la carrera...

Si yo, tú, si tú yo, sin ti nada, sin mi... si quieres... prueba.

domingo, 19 de agosto de 2012

Te echo de menos...



Qué hago aquí sin ti? Miro el cielo encapotado de una neblina gris qué se asemeja a la niebla mañanera. Busco las respuestas a preguntas que ya no resuenan en mi eco. Siempre nos dijeron qué los sueños se pueden hacer realidad, pero nos olvidamos qué las pesadillas también son sueños.
Yo ya he visto cumplida mi pesadilla, ahora solo falta qué mi sueño se abra paso por los senderos de la vida y mientras tiendo mi mano al aire, sienta como la tuya se va acercando a mi, segura de qué no me dejarás escapar.
No soy una cenicienta, pero no niego qué siempre busque un príncipe. El mismo al que poder entregar mis mejores sueños.
Por dentro siento qué mis días terminan.. Soy un soldado de la vida abatido por las tormentas de los dioses. Mi vida no tenía sentido, era como una misión suicida, hasta que ella entró en mi vida, después apareciste tú, tarde pero seguro y no concibo un futuro en el qué tú no estés.
Quererte como el primer día es imposible. Mi corazón es como una mecha kilométrica de dinamita. Cuando se enciende la llama ya no hay forma de pararlo.
Anhelo tu presencia. Poco importa lo que pase si los recuerdos me mantienen con vida. No quiero ser una heroína caída del amor.. Lucho y me levanto... Y quizás gano...
Un soplo de aire fresco me azota la cara. Me llena los pulmones. Me ayuda a volar... Deseando qué el vuelo cese cuando llegue a tu casa...

viernes, 17 de agosto de 2012

A ritmo de guitarra.


Erase una vez, dos princesitas de "países" lejanos. Vivían en sus respectivos "castillos", ambas con sus respectivas madres.

La mayor sacaba a la pequeña 6 años escasos. Pero en absoluto lo parecía. Pasaron los años. A y L seguían sus rutinas, ajenas a lo qué las podría pasar. Creyeron que sus vidas así estaban bien, pero un hecho insólito las marcara para siembre...

♥♥♥♥♥♥♥♥♥♥♥♥♥♥♥♥♥♥♥♥♥♥♥♥♥♥♥♥♥♥♥♥♥♥♥♥♥♥♥♥♥♥♥♥♥♥♥♥♥♥♥

Año 2007-2008 aproximadamente. Llegas a mi vida, o llego yo a la tuya, poco importa... El destino opina qué debemos encontrarnos y la vida cree qué ya es el momento. Empezamos a hablar cada día más... Intimamos... Miramos nuestras fotos y somos cortadas por el mismo patrón.

Todos ven lo que tú aparentas, nadie advierte lo que tú eres... A ritmo de acordes de guitarra recuerdo cada segundo, cada gesto, cada risa.
Todo es poco si hablamos de ti. Te debo la vida, literalmente, sin ti yo hoy no estaría escribiendo estás lineas, eres mi fuerza motriz. Mi empuje, mi aire, mi sol, mi luna, mis llantos y alegrías.
Siempre tendrás mi mano tendida, esperándote entre poesías, para arrancar una sonrisa de esa preciosa cara qué el tiempo a esculpido de forma perfecta.

Vamos camino de cumplir nuestros sueños y pronto solo nos quedará uno... Al fin estar juntas para siempre...

No puedo más que agradecerte todo, porqué eres GRANDE! Si tuviera que describir lo que siento por ti sería imposible, no hay nada material que se puede asemejar, ni nada espiritual tan grande qué lo pueda abarcar....

Y seguimos sumando años....

Te quiero pequeña!