domingo, 23 de octubre de 2011

Noches largas y días eternos.

Sentada en una mecedora, frente a unas llamas vivas y fuertes, repaso las noches en vela que paso desvelada. El olor a madera quemada entra despacio por mi nariz, y se queda dentro, alojado, haciéndome sentir como una niña pequeña.
Los días parecen interminables. Supongo que es normal, cuando pasas la mayor parte del tiempo soñando, pensando e imaginando.
Mi perro se acerca despacio, buscando unos mimos, un poco de atención por mi parte, siempre lo consigue, me mira fijamente y puedo ver como sus ojos gritan un te quiero, mientras que los míos parecen turbios como un río lleno de fango.
Se tumba a mi lado y me observa, atento a cada movimiento que pueda hacer, parece que no quiere perderse ni un sólo gesto que pueda hacer.
Pasan los minutos, con una lentitud inusual, he tenido que arrancar el reloj de mi muñeca, mal parecía un grillete. Grillete que me recuerda que el tiempo pasa... Aunque se torne más lento... Dejo escapar mi vida... No puedo alcanzarla, a lo lejos la miro... Feliz y risueña... Cómo lo era yo antes de dejar que me atrape la tormenta.
Siento que las palabras me ahogan, que no puedo pronunciarlas. Pero necesito que salgan de mi garganta. Tengo que lograr esculpirlas, como si de saliva se tratase. Pero tengo miedo de envenenar con ellas. Temo que puedan agriar las dulces ilusiones de cuántos me rodean.
Las noches se tornan un poco más frías... Y yo me imagino acurrucada en tu pecho. Acariciándote, besándote. Pero luego me miro a mi misma, y me veo con está libertad, de poder dormir sola, sin compartir mi cama con nadie, y me gusta, me encanta sentir que es sólo para mi... Aunque no puedo negar, que las noches que paso en tu compañía son las más tranquilas, las inusualmente dulces, y sin hablar del despertar y poder verte, mirándome y sonriendo, esperando un beso de buenos días.
No te niego que quisiera una exclusividad, pero no estoy segura de desearla de verdad....
Me he acostumbrado tanto a la soledad, que ya ni me molesta... Pero mientras tanto... Mi alma... Siento que llora por dentro.