domingo, 11 de mayo de 2014

Empalagosa Mode On



Huir de la realidad para darse cuenta que es mejor la ficción. Que extraño, no es nada nuevo. Las ventanas recogen secretos inconfesables, el mismo que yo guardo. La luna me mira atenta, esperando unas palabras que no llegarán. Soy demasiado celosa para compartir esto aunque lo desee con todo el alma.

Una explosión de sentimientos hacen guerrilla dentro de mi, esperando desencadenar una guerra. Que es posible no llegue. La espera no es tan mala si el reflejo inunda mis ojos. La imaginación me transporta a mundos increíbles donde puedo compartir contigo cada instante que la vida no me permite.

Es tan raro, tan diferente, tan exclusivo que quisiera no tener que compartir mi mundo con nadie más. El tiempo vuela sin cesar, no se agota, pero cada segundo que no compartimos es un individual infierno que traspasar intentando salir ilesa.

Abrir el alma a alguien nunca fue tan placentero, sentir esa comprensión, coordinación, ese mutuo acuerdo de amor. Algo tan de cuento de hadas que me siento una princesa. Las mariposas han vuelto a mi jardín, dejando tras ellas un destello difícil de igualar.

En mi jardín florece la más bella flor de todas. Una nueva. Diferente a todas las demás... Que desprende una belleza sin igual. Una semilla diferente que no se hallará nunca más. Cada día me regala un nuevo capullo. Crece a pasos agigantados y es tan maravilloso que no puedo quitar el ojo de encima.

Un mar de brasas se presenta ante mi, pero no siento el calor. Mis plantas de los pies están recubiertas de suaves pétalos que me ayudan a traspasarlo. Las espinas de las rosas ya no pinchan. Es perfecto poder tocarlas sin herirse.

Los pájaros dibujan tu silueta en el firmamento, acompañados por las estrellas para dar luz a éste sueño. El mismo del que no me quiero despertar nunca sin con ello implica no poder verte.

Has borrado un infierno existencial con una simple mirada, me has acompañado en mi abismo sin soltarme la mano. Has estado ahí sin necesidad de cruzar una palabra. Sólo bastaba la compañía. No puedo agradecer más al destino de haber hecho posible esto.

No puedo negar que asusta, que amarte duele, que la distancia no es mi mejor aliada, pero también debo reconocer que me has sacado la sonrisa que pensé que no tendría, las risas han vuelto a inundar mis cuatro paredes y hasta el hecho de desvelarme me supone un placer.

Si debo decir o explicar lo que siento por ti no encontraría las palabras adecuadas para describirlo, pues no existen. Lo que si puedo decir, sonando a topicazo es que Te quiero y me siento especialmente feliz.

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