viernes, 9 de noviembre de 2012

Salvaje.



En ocasiones, sucedes, qué nuestro espíritu salvaje se apodera de nosotros, y es entonces, cuando por arte de magia, podemos presagiar o sentir cosas imperceptibles a nuestra naturaleza humana.

Es como un sexto sentido, algo inusual, bizarro, irracional. No hay explicación alguna a eso. Pero forma parte de nosotros...

A veces, sucede... Qué vas tranquilamente por la calle y de repente un flash cruza tus pensamientos más profundos... Un cosquilleo recorre tu estómago y solo sabrás si es una buena sensación o mala, cuando termine. Pero ahí está, presente, informándonos de cosas que desconocemos.

Hay momentos en los qué deseas hacer algo, y no lo haces simplemente porqué sabes que los que te rodean saben que quieres hacerlo. Otras veces es porque tienes qué hacer cosas que te impiden realizar tus deseos.

Hoy ha sido un día así.. Sentí que debía quedarme donde estaba, pacientemente, esperando, pero mi obligación por volver a mi casa temprano me empujó a irme... Pasados 10 min de mi partida paso lo qué estaba esperando. No hay marcha atrás, solo queda imaginar que hubiera pasado.. Y qué no pasará...

Los días pasan lentos, demasiado para mi gusto... La bestia salvaje de mi interior me empuja a hacer locuras. Pienso que el destino es caprichoso y a su antojo mueve los hilos.
Me siento como una marioneta en un teatro vacío. Ya no quedan espectadores  solo un director ansioso por llenar los palcos, pero todo tiene su tiempo y decididamente, éste no es el mío... Debo armarme de paciencia. No puedo hacer otra cosa.

La vida es como la dinamita, enciendes la mecha... Y el recorrido hacía el explosivo dependerá de lo lejos qué estén el uno del otro. El mio anda a km de distancia pero llegará mi explosión.

No hay comentarios:

Publicar un comentario