miércoles, 24 de octubre de 2012

Mi pequeño ser.


Fue en ese preciso instante en qué me di cuenta que hiciera lo qué hiciera, siempre acabaría terminando a tu lado.
Como el efecto boomerang, qué lanzas el artefacto pero siempre regresa al lugar de origen. Como ese círculo compuesto por millones de puntos diferentes qué forma una silueta casi perfecta.
Desconozco el momento exacto de ese enganche, quizás fue al tomar el primer contacto vía internet, es posible sí.

Desde ese instante te has apoderado a tu antojo de mis sentimientos, pensamientos... Hasta de los suspiros más íntimos. Te has hecho único dueño de mi ser. A veces escalofriantemente me tocas el alma, otras me quemas como el fuego... Ambas sensaciones me gustan, las busco y las anhelo cuando no las tengo.

Somos como imanes... A veces nos repelemos, otras nos atraemos, con una fuerza implacable, dura, difícil de definir.

Ambos somos lienzos donde estamos escribiendo nuestra historia a fuerza de tinta... Y cuando el tiempo nos lo permite... Con pasión y caricias.

Mi pequeño ser, mi ángel caído. La sombra de mi luz, la luz de mi sombra. La paciencia en mis ansias, mis ansias en mi paciencia...

Haga lo qué haga creo que estoy destinada, o estamos destinados, a atraernos hasta el fin de nuestros días.


No hay comentarios:

Publicar un comentario