sábado, 20 de octubre de 2012

Loto




Un día desperté. No sabía donde me encontraba. Estaba aturdida. No distinguía nada a mi alrededor. Era un lugar hostil. Intentaba no moverme mucho para no marearme más aún. Notaba una leve brisa acariciar mi rostro, apagado y gris...
Notaba un cosquilleo bajo mio, pero no sabía con certeza lo qué podía ser. Mas tarde tuve esas respuestas. A mi alrededor estaba todo desolado. Y de pronto una alegre criatura, de color verde se me arrimó. Salto encima mía y se puso a descansar. Al cabo de unas horas despertó y dijo, al fin un lugar donde descansar en paz, mecido por un va y ven leve y acompañado de un rico aroma, jamás imagine que en una zona tan desbastada pudiera crearse vida.
No pude más que preguntar mi procedencia, a lo qué la alegre criatura respondió con sorpresa.
Eres una flor de loto, la única en la tierra capaz de dar vida donde no la hay, crear un hogar a partir de un terreno desolado y crear paz en un alma atormentada. Después de esas palabras se marchó. 

Una mujer es una flor de loto. Dale una casa y te dará un hogar, dale cuatro ingredientes y te hará un sabroso manjar, dale la oportunidad y creará vida, riégala cada día con pasión, cariño y respeto y te dará la paz que tu alma tanto ansia.

No hay comentarios:

Publicar un comentario