viernes, 19 de diciembre de 2014

Sin alas ni libertad.



A veces me imagino un mundo en el que si se dice algo se cumple.
En el cual se hace lo que se puede. 
Donde nadie se da golpes de pecho por lograr las cosas
de forma individual.
En ocasiones pienso como sería un mundo sin avaricia.
Sin egoísmo. Sin envidia. 
Otra veces quiero pensar que las cosas cambiarán.
Pero soy demasiado realista y entonces me doy de bruces.
Una vez más. 
Los demonios que habitan en mi danzan.
Les encanta saberme decepcionada.
La hoguera ya quema mis entrañas.
Los ángeles han salido volando, 
llevándose mis alas. 
Recuerdo una frase... Aquí todos lloramos mientras
Ángeles y Demonios bailan, pero hoy no queda 
ni un ápice de inocencia, a veces creo que ni de humanidad.
Veo la gente abatida por los delirios de la vida y aún así
prosiguen sus rutinas sabiendo que hagan lo que hagan
nada cambiará hasta que ellos mismos no lo hagan.
Hoy he sentido el dolor más horroroso. 
He sentido como me han cortado las alas y con ello me han privado
de la libertad de volar hacía tu sonrisa. 
Hoy soy del color gris. No consigo acercarme ni siquiera a la pureza
del color blanco. Tampoco sé si lo deseo. 
Me siento muy decepcionada con personas a las que quiero, y por desgracia, 
no hay forma de que ése sentimiento cambie. 
Busco el apoyo en gente que no conoce la que desconoce el color
de mi sonrisa más triste y me siento tan arropada
como un bebé entre los brazos de su madre.
Pero no me gusta estar así, ni sentir lo que siento. 
Tengo a mi lado una persona que lucha por mi felicidad
y siento que traiciono cada uno de sus esfuerzos por culpa
de mi poco estabilidad emocional. 
Estoy como un ratón en una caja de cristal. 
Me siento con ganas de salir y recuperar lo perdido, 
pero es imposible salir de ésa cárcel que yo misma he creado. 
No sé como reaccionar, ni qué pensar. 
Me siento perdida, sin un camino que seguir, sin una motivación
que me embarque en nuevas aventuras. 
Me siento sola, rodeada de gente, pero sola. 
Es frustrante no conseguir acabar nada de lo que comienzo.
Es doloroso ver que haga lo que haga los de mi alrededor no son felices...


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