lunes, 24 de septiembre de 2012

Subversivas y Libres.



En un mundo marcado por el dominio del hombre, la mujer qué se realiza a si misma, queda aplazada y condenada como la más viles de las arpías, sintiendo, en muchas ocasiones, la mirada fría de otras mujeres, qué por miedo, celos o inseguridades siguieron a las sombras de sus maridos.

Pocas veces se ha comentado qué el ascenso en un trabajo de una mujer sea exclusivamente por su gran labor, emprendimiento y saber hacer. Ni siquiera estoy segura qué lo piensen. Un hombre escala lo más alto en su empresa y todo son elogios, lo hace una mujer y lo más fácil es decir que se "ha tirado" al jefe.

Ni qué decir lo coaccionadas que estamos a la hora de encontrar un trabajo acorde con nuestra vida familiar, ser madre es un delito en cubierto. Más discriminaciones a las qué debemos hacer frente cada día.

Es muy difícil conciliar la vida familiar con la laboral y si tenemos en cuenta qué todos nacen de un útero, resulta sarcástico que hable de está realidad.

A lo largo de décadas muchas mujeres han hecho oídos sordos a las críticas, han hecho la vista la gorda en cuanto a discriminaciones y no han callado manipulaciones, pero como todo en esté mundo, lo qué puede despertar una conciencia hay qué acallarlo, sin reparos, sin miramientos, sin ningún tipo de piedad.

Condenadas a siempre tener qué obrar como amantes, mujeres, amigas, compañeras, madres, psicólogas, economistas, limpiadoras, cocineras y un largo etc, nosotras mismas nos atamos a ese destino, nos aferramos a él, creo, qué por la sencilla razón, de qué sabemos con creces que somos un eslabón importante en la cadena de la vida.

Hoy un homenaje a todas aquellas mujeres qué sin miedo se han hecho a si mismas, se han encontrado, realizado y crecido interiormente, qué han madurado a su ritmo, sin dejar qué las impongan unas doctrinas y qué con orgullo pueden decir qué no son ni sumisas ni devotas, qué son libres lindas y locas.

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