domingo, 30 de marzo de 2014
El lado gracioso del amor.
A veces intento captar el lado gracioso y humorístico del amor. Yo lo clasifico en tres tipos diferentes con sus respectivas variantes.
El primero, el amor-odio. El constante ni contigo ni sin ti. Aquel que si no aflora discusiones a diario parece vacío. Me he encontrado con varios casos a lo largo de mi vida. Una vez fue en Madrid, en el metro, creo que nunca lo podré olvidar, una pareja, muy joven, discutiendo, él la sujetaba del brazo y ella le pegó un guantazo a mano abierta que resonó por toda la estación. Se miraron fijamente y se besaron... Y ale! Aquí no ha pasado nada. He visto otros que hasta consumieron la juventud de la pareja, pero era tan grande la necesidad, supongo, de ambos, de seguir juntos que podían con todo...
El segundo, el amor idiota. Aquel empalagoso que hace que te suba el azúcar a 1000 en 2 segundos. Tiernos, acaramelados, sin ematia ninguna hacía los que tienen alrededor, todo lo ven de color de rosa. Todo es perfecto en su mundo, la discusión más fuerte que llegan a tener es la de cuelga tú, no tú, no tonta tú... Y suma y sigue...
Y el tercero, el amor irracional, incoherente, estúpido, absurdo, el yo por él y él por otra. Aquel inevitable que llega cuando menos lo esperas, entras en la friendzone, ese agujero del que jamás podrás salir. Saber que una persona lo es todo para ti pero tú para ella eres simplemente la hermana que no pudo tener, el mejor amigo que jamás pensó encontrar, etc...
Mientras tanto la vida sigue...
sábado, 29 de marzo de 2014
Deshumanizados
La gente busca siempre ese otro ser compatible, con el que compartir, compartir... ¿El que? Miserias y penas... Porque no es más que eso.
Cuando a alguien le sobran motivos para ser feliz no requiere tanto de esa compañía como cuando está triste, solo o decepcionado.
Siempre en busca de la crítica positiva, del reconocimiento, nadie es feliz sólo con lo que tiene, siempre se requiere algo más.
Luego existen personas capaces de torturarte con una simple indiferencia. De poco sirven las palabras si se hiere más con la actitud.
De igual forma hay un grupo de seres que necesitan, bajo cualquier pretexto, ser el centro de todas las miradas. Narcisistas que se alimentan de su propio carisma.
También uno puede encontrarse con alguien adicto al dolor, a la soledad... Cuantas personalidades para un solo cuerpo...
Nunca pude imaginar que dentro de un ser pudiera existir tanta maldad. Capaz de arrancar un corazón de cuajo sin temblar. La conciencia es sólo un acto de fe, los hay quien la tienen, la mayoría no.
El morbo ante el dolor ajeno puede con nuestro instinto más coherente y sin poder evitarlo, de alguna forma, hasta disfrutamos con ello.
Cuanto sadismo en un mundo "incivilizado".
No es de extrañar que mujeres sean capaces de dar vida y arrebatarla de igual modo que los hombres no tiemblan ni dudan a la hora de destruirse.
Así es mi raza, tan egocéntrica e incapaz de empatizar. Así es mi naturaleza. Autodestructiva por naturaleza.
Caballero sin corcel. Parte 1
Erase que se era, que se era fue... Un tímido caballero que perdió su corcel. Deambulaba por las sendas sin pararse a conocer, los pequeños detalles del mundo que quedaban a sus pies.
Arduos y tenebrosos caminos tuvo que atravesar, pero la valentía de su alma no lo dejaba parar. Lo que pasaba por su mente sólo él conocerá. Pues nunca fue expresivo ni se dejaba notar.
En uno de esos viajes a una damisela conoció y los misterios que aguardaba poco a poco los desveló. La triste mirada de ella le hizo reflexionar. La vida es demasiado corta para pararse a llorar.
Despacio le tomo de la mano y la invitó a disfrutar. La risa debe ser tu droga para salir de la realidad, la misma que te abruma y no te deja respirar...
Una aventura comienza, sin saber lo que traerá... Pero muchas risas seguro, eso se puede asegurar...
viernes, 28 de marzo de 2014
Reflexiones
Las realidades son tan subjetivas como crueles. ¿Quién puede afirmar conocerse? Si alguien presente puede, solo diga yo y me explique.
Mi incoherencia no me deja pensar. Estoy en un laberinto. Lo conozco de sobra, sé donde hallar la salida. Pero mal parece que prefiero seguir perdida.
Es una forma, quizás, de fijarme en detalles nunca antes apreciados. Por fuera parezco una roca, por dentro soy un lago.
Algunas veces pienso en mis limites, son pocos o son demasiados... No importa. Nunca llego a ellos. Cuando alguien me mira, no me ve, solo reconoce la figura de un fuerte y valiente león. Los que se aventuran a verme, encuentran un pequeño gato, añorando cariño y protección.
La vida es demasiado complicada para vivirla en modo leyenda y demasiado aburrida para optar por el modo fácil.
Alguien me dijo una vez que las respuestas las podré encontrar en el fondo de mi alma... ¿Pero... Y si la realidad es que no encuentro alma alguna cuando miro dentro de mi?
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