En las sombras de mi cuarto, observo incesante la ventana de
mi antro.
Los ruidos se apaciguan conforme la noche avanza
Abriéndose paso lentamente entro los edificios inertes.
La luna, postrada en lo más alto me mira con sigilo,
buscando descanso.
No puedo parar de mirarla, su luz me embauca y alumbra mi
alma.
De repente me confiesa, que piensas en mí
Mi corazón late con fuerza anhelando estar junto a ti.
La noche pasa lentamente, y yo sigo entre las sombras de mi
cuarto.
El día despierta las almas dormidas. Los pájaros pian con
fuerza.
Siento cansancio en mi cuerpo. Toda la noche en vela he
pasado por tu recuerdo.
El día es duro, pero debo afrontarlo, cada paso que doy es
un paso más para estar a tu lado.
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